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LA HISTORIA
Destilando felicidad desde 1862
Un Milagro perfumado
La epopeya de la maison Roger&Gallet empieza en Italia, tras las huellas del jóven italiano Giovanni Paolo Feminis, que inventó en 1693 un agua milagrosa, L'Acqua Mirabilis, un remedio a base de 18 plantas officinalis cultivadas en un convento en Florencia, El Jardin des Simples. Para friccionar sobre la piel o para lavados, este agua medicinal era conocida por curar diversos males.
El nerolí regenerante, la lavandina refrescante, la citronela antiinflamatoria, el tomillo antiséptico...la receta milagro traspasó siglos y fronteras hasta Colonia donde un tal Jean Marie Joseph Farina heredó la patente: Así nació el Eau de Cologne.
Nace el Eau de Cologne
En 1806 Jean Marie Farina viaja a París y funda su propia casa de perfumeria. Se basa en el progreso de la destilación de la época para modernizar la fórmula de L'Acqua Mirabilis y convierte L'Eau de Cologne en un perfume.
Apreciada por su aroma de bergamota fresca y de flor de naranjo, L'Eau de Cologne Jean Marie Farina seduce a las cortes reales de las que se convierte en proveedor oficial. Sobre la piel este agua proporcionaba una sensación de frescor revitalizante.
Entre sus adeptos se encuentran Napoléon I, o la Emperatriz Eugenia que le proporcionan un renombre internacional.
El Concepto de la felicidad
En 1862, dos hermanos Armand Roger y Charles Gallet, heredan la preciada Eau de Cologne original, tantas veces copiada pero nunca igualada.
En París se construye la ópera Garnier, Zola escribe la obra El paraíso de las damas. Durante esta efervescencia, los dos socios fundan la maison Roger&Galler sin cesar de innovar, inventar y soñar.
De esta estela surge una profusión de olores, torbellinos de perfumes e imprescindibles para el ritual de belleza que fascinan a las personas más elegantes: jabones para embellecer el rostro, maquillajes o los primeros bálsamos labiales, productos en los que la sonrisa y la alegría de vivir son para Roger&Gallet una segunda piel.
Un icono redondo
En 1879 se crea el primer jabón redondo "perfumado desde el corazón" Una pequeña revolución en una época en la que sólo existían jabones rectangulares con una prensión irregular. Pero lo esencial no consistía en eso; fabricados con la técnica del caldero, siguiendo un método artesanal que se sigue utilizando hoy en día, los jabones Roger&Gallet mantienen su olor hasta el último uso.
La dirección de la Felicidad
La felicidad tuvo a partir de 1932 una dirección física. En esa fecha, la maison Roger&Gallet se instala en la rue Faubourg St Honoré y la boutique se denomida "la Boutique de la felicidad"
Un auténtico lugar de referencia, los clientes estaban impacientes por descubrir las ilustraciones refinadas de artistas como Mucha, Icart o Fabiano.
¡Buena fricción, buenos días!
En los años 50, la maison Roger&Gallet apoya la revolución del bienestar. Mientras que las vacaciones pagadas están en pleno auge, los franceses comienzan a cuidarse y los imprescindibles de Roger&Gallet entran en todos los cuartos de baño.
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